Los árboles y el riego en los jardines

árbaloes y el riego de jardines

Es normal tener una pradera de césped en el jardín, con su riego necesario.

También son muy habituales los macizos y rocallas que contienen plantas ornamentales de distintas especies, también con su riego.

Se trata de un riego programado para mantener la humedad de la tierra que necesitan el césped y esas plantas, de raíces más bien superficiales.

Los árboles se van adaptando a las condiciones del suelo en el que se encuentran. Poco a poco y al cabo de años de adaptación a ese riego superficial, su sistema radical se desarrolla para aprovechar esa humedad superficial, desarrollando numerosas raíces finas y superficiales y atrofiándose el desarrollo de la raíz principal, que es la que crece hacia las capas profundas del suelo y ejerce la función de anclaje.

El resultado es que hay árboles de gran porte, aparentemente firmes, que no están sustentados por raíces lo suficientemente profundas, pudiendo venirse abajo con un fuerte temporal.

En las fotos se muestra una arizónica de más de 30 años, 15 metros de altura y un diámetro de tronco de 35 cm. El árbol cayó por el embate de una fuerte ráfaga de viento. Estaba situado en un rincón del jardín, a distancia adecuada de muros y setos pero relativamente protegida del viento por estos. Se observa perfectamente la ausencia de raíces profundas que pudieran sujetarlo.