La forma más atractiva de cerrar nuestra propiedad es mediante un seto, es relativamente barato y sencillo de plantar y podemos prever que en unos pocos años estará lo suficientemente tupido para darnos intimidad y sensación de frescor. A cambio tendremos que mantener sus dimensiones con recortes periódicos, de media dos veces al año.
Y tiene una importante ventaja añadida y es la de que los vecinos no pueden oponerse a su plantación siempre y cuando la distancia a la que los plantemos sea igual o mayor a cincuenta centímetros de su propiedad, que es la distancia mínima establecida, por defecto, por el artículo 591 del Código Civil.
La distancia normal entre plantas oscila desde los cincuenta centímetros hasta el metro, a fin de que la pared sea más o menos tupida y dependiendo de la especie.
(más…)